El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.
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[...] Saben que la razón ni me falta ni me asiste y tengo corazón para que no te pongas triste, y juntitos no teniendo nada, sobre la mitad.
Me corten la lengua
Te pedí que no me ataras y empezamos
con los nudos en las manos, los grilletes y el bozal,
que más tarde, cuando el día no ejerza
con la camisa de fuerza nos pondremos a bailar,
y trastabillar entre tanto pie que no sabe trabarnos
ni sabe quitarnos las llaves del anochecer...
Me corten la lengua
Me dijíste ''píntame'' y pinté una luna... luna de cuarto menguante con un guante de podar que con la otra mano agita cacerolas con el ruido de las olas que la tiene enamorada.
Y lloraste al verla, "imagínate que te pinto yo a ti un sol radiante y lo pongo delante
para cuando no estés"
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