El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.


Prima Tristeza, tu que le enseñas las bragas a la vida...

 no te olvidas de salir de mi cabeza. Te desperezas y en mis venas metes lagrimas de cera como puños, para que al llorar me duela. Te has quedado prendida de un fleco de mi alma herida.

 A lo mejor te estás muriendo como yo.