El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Quemando tus recuerdos



Después somos acribillados sin misericordia 
por una ráfaga de poesía existencialista :

Y vivir, qué cuesta arriba
Y sentir que no sé qué hago aquí. 
Y andar siempre arrastrado, y perder…
 que no puedo pensar.


Me acuerdo de sus caricias y la memoria me engaña, me se come la desdicha y me cuelgan las arañas. Voy a empaparme en gasolina una vez más, voy a rasparme a ver si prendo y recorrer de punta a punta la ciudad quemando nuestros malos sueños [...] quemando todos tus recuerdos.

No, vestida de colores, se fué ¿dónde está?. No, vestida de colores, quizás, no existió jamás. No, vestida de colores, quizás, amanecerá. 

Que importa que me engañes 
 y luego me sonrías 
 si sólo eras la yegua 
que yo más quería