No sé en que parte de esta historia
perdí el argumento primario.
No sé qué cojones me agobia hoy según dice el calendario.
Vuelve a llegar la primavera
y me molesta el sol; alma que nunca se deshiela
y se queja del calor...
Sufro locura transitoria.
Bajo a la Tierra y cruzo
la línea divisoria, que separa en esta historia
la locura y la razón.
Ahora que ya no entiendo nada
y no me funciona un hemisferio,
quiero saber si entre tus bragas
está la clave del misterio.
Y entro y rebusco en tu colada
a ver si allí estoy yo.
¡Coño! Que noche tan cerrada
hay en tu habitación.
{Ya no me importa,
ya no me hace daño,
ya no me acuerdo
si fue imaginario,
ya no me dejo llevar.
Pero si el viento no sopla, mejor.
Estoy viendo molinos.
Ya arreglaremos cuentas.
Gigante descomunal.
Que seguro que me siento mejor
después de haber vencido.
Siempre soy yo mi guerra.}