ni yoga,
ni inciensos,
ni anís,
ni drogas
Sólo tus ojos y ese cielo que hay ahí y sí, es así.
Dios existe en vos.
Despacio, que mañana se hizo hoy y yo siendo como soy ni lo vi venir
Y no se si podrá resistir mi corazón
el impacto frontal de ese brillo feroz;