''Cuando toda la sabiduria hubo de parecerme vana,
esteril la filosofia,
y
me supieron en la boca a polvo y cenizas las frases y sentencias de cuantos intentaban consolarme,
el recuerdo de este delicioso y silencioso gestecito de amor hizo brotar de
nuevo en mi todas las fuentes de la piedad, florecer mi paramo como una rosa y me slvo de la solitaria amargura del destierro, armonizandome con el amplio,
exhausto
y
herido
corazón
del
mundo. ''