Resbalando las veredas, el barrio lo encandiló, dando vueltas las esquinas, tocó placeres, tocó dolor. Se enamoró de la vida todos los dias, todas las noches; desayunó con las damas, la cena se la salteó. Va caminando sin rumbo, lleva la calma del vagabundo pero dejando la vida donde mande la ocasión. ♫ ~