El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Así habló Zaratustra

Éste es el consejo que doy a los reyes y a las Iglesias y a todo lo que es débil por edad y por virtud - ¡dejaos derribar! ¡Para que vosotros volváis a la vida, y para que vuelva a vosotros - la virtud! - Así hablé yo ante el perro de fuego: entonces él me interrumpió gruñendo y preguntó: «¿Iglesia? ¿Qué es eso?» ¿Iglesia?, respondí yo, eso es una especie de Estado, y, ciertamente, la especie más em- bustera de todas. ¡Mas cállate, perro hipócrita! ¡Tú conoces perfectamente sin duda tu especie! Lo mismo que tú, es el Estado un perro hipócrita; lo mismo que a ti, gústale a él hablar con humo y aullidos, - para hacer creer, como tú, que habla desde el vientre de las cosas. Pues él, el Estado, quiere ser a toda costa el animal más importante en la tierra; y tam- bién esto se lo cree a él la gente. ­