Hoy yo colgué mi dolor bajo un sol de verdad que secó mis tristezas
y vi que la luz y el calor de un amor tan real disipó mis miserias.
No se aprende a vivir, sólo se vive y ya
hasta que un día te amalgames con la tierra. Cotidianeidad trascendental y saber reconocer lo que excede a la carne.
No se aprende a vivir, sólo se vive y ya
hasta que un día te amalgames con la tierra.
Cuando golpea la verdad, emoción y rodilla en tierra.