''Entonces comprendíamos que nuestra
separación tenía que durar y que no nos quedaba más
remedio que reconciliarnos con el
tiempo. Entonces aceptábamos nuestra condición de p
risioneros, quedábamos reducidos a
nuestro pasado, y si algunos tenían la tentación de
vivir en el futuro, tenían que renunciar
muy pronto, al menos, en la medida de lo posible, s
ufriendo finalmente las heridas que la
imaginación inflige a los que se confían a ella.''