El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Embriagaos

El sleen de París
Poema 33
Embriagaos



"Hay que estar siempre borracho. Todo consiste en eso: es la única cuestión. 




Para no sentir la carga horrible del tiempo, que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin tregua.  


Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis.




Pero embriagaos.


Y si alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertáis, disminuida ya o disipada la embriaguez,


 preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj,


a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla,


 preguntadle la hora que es;


y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os contestarán:


«¡Es hora de emborracharse!  


Para no ser esclavos y mártires del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar.


De vino, de poesía o de virtud;


 de lo que queráis.»"