El sleen de París
Poema 33
Embriagaos
"Hay que estar siempre borracho. Todo consiste en eso: es la única cuestión.
Para no sentir la carga horrible del tiempo, que os rompe los hombros y os inclina hacia el suelo, tenéis que embriagaros sin tregua.
Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis.
Pero embriagaos.
Y si alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de
un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertáis,
disminuida ya o disipada la embriaguez,
preguntad al viento, a la ola, a la estrella, al ave, al reloj,
a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla,
preguntadle la hora que es;
y el viento, la ola, la estrella, el ave, el reloj, os contestarán:
«¡Es hora de emborracharse!
Para no ser esclavos y mártires del Tiempo,
embriagaos, embriagaos sin cesar.
De vino, de poesía o de virtud;
de lo
que queráis.»"