El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Adiós abanico, que llego el aire.

Despistado, descosido,
estoy cansado, no he dormido,

y cada día me gusta un poco más. 

 A tu lado he aprendido, Y ¿qué ha pasado? 
—que me he perdido—   y cada día me gusta un poco más. 





Voy caminando y pienso en no pisar ni una 
amapola ;
 ella, entretanto, duerme casi casi siempre sola.