El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Romperás

tu cintura, ¡qué hermosura!
todo el día me paso en ella.

 tu cabeza, ¡qué tristeza!
cómo quieres que sepa dónde está, 

¿dónde esta?

Me abrirás, con tu luz, duermo todas las noches dentro de un baúl.
Y te irás, y esta vez romperé mis poemas quizás pensaré.



tu mirada, ¡qué chorrada!

¿cómo quieres que cuente estrellas? si hace tiempo me lo invento, 
soy el amo del firmamento, metido en mi disfraz de hombre normal.