En tales momentos de soledad, nadie podía esperar l
a ayuda de su vecino; cada uno seguía
solo con su preocupación. Si alguien por casualidad
intentaba hacer confidencias o decir
algo de sus sufrimientos, la respuesta que recibía
le hería casi siempre. Entonces se daba
cuenta de que él y su interlocutor hablaban cada un
o cosas distintas. Uno en efecto hablaba
Albert Camus
La Peste
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desde el fondo de largas horas pasadas rumiando el
sufrimiento, y la imagen que quería
comunicar estaba cocida al fuego lento de la espera
y de la pasión. El otro, por el contrario,
imaginaba una emoción convencional, uno de esos dol
ores baratos, una de esas melancolías
de serie. Benévola u hostil, la respuesta resultaba
siempre desafinada: había que renunciar.
Solo acepto por pareja, a quien venga a quemar sus etiquetas. ¿Bailas?
El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.
La peste
''Entonces comprendíamos que nuestra
separación tenía que durar y que no nos quedaba más
remedio que reconciliarnos con el
tiempo. Entonces aceptábamos nuestra condición de p
risioneros, quedábamos reducidos a
nuestro pasado, y si algunos tenían la tentación de
vivir en el futuro, tenían que renunciar
muy pronto, al menos, en la medida de lo posible, s
ufriendo finalmente las heridas que la
imaginación inflige a los que se confían a ella.''
ESCRIBO PÁJAROS
Ahora escribo pájaros.
No los veo venir, no los elijo,
de golpe están ahí, son esto,
una bandada de palabras
posándose
una
a
una
en los alambres de la página,
chirriando, picoteando, lluvia de alas
y yo sin pan que darles, solamente
dejándolos venir. Tal vez
sea eso un árbol
o tal vez
el amor.
(Cinco últimos poemas para Cris.)
'' Alguien penso como sufren los arboles
cuando los torturan,
y los mutilan
sin poder gritar su dolor.
O la tristeza que tiene el mar cuando lo bañamos de todas las mierdas existentes.
O como se ahoga el aire cuando lo llenamos de porquerias,
Alguien se puso a pensar alguna vez en el miedo que nos tiene la muerte
o como nos odia el amor por romperle tanto las pelotas.
Yo si pienso en esas cosas.
Pienso en el frio de la soledad del sol en la eterna virginidad de la luna,
en la relacion amorosa entre el viento y las hojas
y en que la lluvia es el momento en que
el cielo y la tierra
tienen un orgasmo. ''
O la tristeza que tiene el mar cuando lo bañamos de todas las mierdas existentes.
O como se ahoga el aire cuando lo llenamos de porquerias,
Alguien se puso a pensar alguna vez en el miedo que nos tiene la muerte
o como nos odia el amor por romperle tanto las pelotas.
Yo si pienso en esas cosas.
Pienso en el frio de la soledad del sol en la eterna virginidad de la luna,
en la relacion amorosa entre el viento y las hojas
y en que la lluvia es el momento en que
el cielo y la tierra
tienen un orgasmo. ''
Como la cigarra
Tantas veces te mataron, tantas resucitarás...
cuántas noches pasarás desesperando.
Y a la hora del naufragio y a la de la oscuridad,
alguien te rescatará,
para ir cantando...
Clavos y Globos
Ya no tengo para traumas mas lugar(...)
pánico alucinatorio y frustración,
y todos esas cosas horribles que no son ciertas.
Eso soy, y me arrepiento de no haber salido antes de esta soledad.
Soy un globo a punto de esperar la excitación y estallar.
Aunque siento que prefiero la angustiosa calma al desinflarse,
y descansar.
Plomo en los bolsillos
y desde que no estas, despinto pesadillas para ti; no caben mas pecados en tus manos y, aun asi, recoges hasta el musgo que amuralla mi pesar, que blinda mi esqueleto.
Latido Jondo
Y es que mis labios secos de invierno
siguen lamiendo las hojitas de un cuaderno,
no quiera el otoño deshojarlo por mí.
¿En que momento me descubro
conviviendo en carne y espíritu con aquella que es
deposito y responsable
de todas mis miserias?
La revelación cae y me fragmenta,
un fuerte sentido de disociación se apodera
Soy a la vez la que padece
y la causante de mis agitaciones.
Me Ahogo.
Soy el existir que genera mi enemistad con todas mis imperfecciones
y desintegra todas mis virtudes.
¿En que momento logre malquistar todas mis partes?
Si no soy organismo contenedor de capacidades, de otra forma no alcanza.
Si no soy aparato cumplidor de expectativas, no hay amor posible de otra forma.
El regocijo y la satisfacción no empapan estas millones de partículas.
Es un resultado para el uso y acaba.
El entender esta forma de vivirse, nos convierte en los muertos de los días.
Por que es la única vía de escape posible.
Luego de cada ciclo morir,
para luego erigirnos desde nuestro sepulcro.
Soy la que muere en el transcurso de suspiros
para poder respirarme cada día un poco mas.
conviviendo en carne y espíritu con aquella que es
deposito y responsable
de todas mis miserias?
La revelación cae y me fragmenta,
un fuerte sentido de disociación se apodera
Soy a la vez la que padece
y la causante de mis agitaciones.
Me Ahogo.
Soy el existir que genera mi enemistad con todas mis imperfecciones
y desintegra todas mis virtudes.
¿En que momento logre malquistar todas mis partes?
Si no soy organismo contenedor de capacidades, de otra forma no alcanza.
Si no soy aparato cumplidor de expectativas, no hay amor posible de otra forma.
El regocijo y la satisfacción no empapan estas millones de partículas.
Es un resultado para el uso y acaba.
El entender esta forma de vivirse, nos convierte en los muertos de los días.
Por que es la única vía de escape posible.
Luego de cada ciclo morir,
para luego erigirnos desde nuestro sepulcro.
Soy la que muere en el transcurso de suspiros
para poder respirarme cada día un poco mas.
La peste, Albert Camus
Los telegramas llegaron a ser nuestro único recurso. Seres
ligados por la inteligencia, por el corazón o por la carne fueron reducidos a buscar los signos
de esta antigua comunión en las mayúsculas de un despacho de diez palabras. Y como las
fórmulas que se pueden emplear en un telegrama se agotan pronto, largas vidas en común o
dolorosas pasiones se resumieron rápidamente en un intercambio periódico de fórmulas
establecidas tales como: "Sigo bien. Cuídate. Cariños."
Quisiera Despertar
Quisiera despertar un día,
Sin voces, sin gente
Sin esa agitación en mi mente,
Por lo que vendrá
Como que no?
Esperan la tardecita
y van hasta la placita.
Fuman y beben un poco,
después tocan el tambor.
Disculpen la molestia, Eduardo Galeano
Quiero compartir algunas preguntas, algunas “moscas” que me andan zumbando en la cabeza, y que tiene que ver con el tema de la justicia, si es justa la justicia, si está parada sobre sus pies, la justicia del mundo al revés, porque ahora se escuchan por todas partes, clamores exigiendo la pena de muerte, pero no demandan castigo contra los amos del mundo esos clamores, faltaba mas los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles. Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares? Cada minuto tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? Contra quien se arma hasta los diente la llamada comunidad internacional? Se arma contra la pobreza o contra los pobres?
Por que los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo que cotidianamente atentan contra la seguridad pública, o acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados o mal pagados, repitiéndoles noche y día ; día y noche que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca.,tener, tener, y quien no tiene, no es. Y porque no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. hoy fabrica muerte la industria militar, y devora la mayor parte de nuestro recursos y buena parte de nuestras energías. Los amos del mundo solo condenan la violencia cuando la ejercen otros y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres y también insoportable para los terrestres que todavía queremos contra toda evidencia, sobrevivir.
Los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollando una tecnología de la destrucción que está aniquilando de paso al planeta y a todos sus habitantes, esa tecnología se alimenta del miedo, es el miedo quién fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial, y en tren de implantar la pena de muerte, que tal si condenamos a muerte al miedo?, no sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánico que nos condenan a la soledad y nos prohíben la solidaridad, sálvese quien pueda, aplastados los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, este te robará, aquel te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana, y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina. En el mundo al revés dan miedo hasta los mas elementales actos de justicia y sentido común; pero…no nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia? Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos, una de las consecuencias de esta crisis mundial feroz, es la caída la esta prospera industria del automóvil, si tuviéramos algún resto de sentido común y algo de sentido de la justicia. No tendríamos que celebrar esa buena noticia?, o acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia? .Desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y desde el punto de vista de los peatones que morirán un poquito menos.
Según Lewis Carroll (1) , la reina explicó a Alicia como funciona la justicia en el país de las maravillas, dijo la reina:
ahí lo tienes, está encerrado en la cárcel cumpliendo su condena, pero el juicio no empezará hasta el próximo Miércoles, y, por supuesto, el crimen será cometido al final.
En El Salvador, el arzobispo Garraf Borromero (2) comprobó que la justicia, como la serpiente, solo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados como en el cuento de la reina, por delito de nacimiento. El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, no es de alguna manera un homenaje? Un homenaje al arzobispo romero y a los miles que como el murieron luchando por una justicia, justa en el reino de la injusticia?
A veces terminan mal las historias de la historia, pero ella, la historia, no termina.;cuando dice adiós; dice hasta luego.
Transcripción de la reflexión leída el 05.05.09 en el programa “la mañana” de Victor Hugo Morales, radio Continental AM 590, Buenos Aires, Argentina.
Por que los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo que cotidianamente atentan contra la seguridad pública, o acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados o mal pagados, repitiéndoles noche y día ; día y noche que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca.,tener, tener, y quien no tiene, no es. Y porque no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. hoy fabrica muerte la industria militar, y devora la mayor parte de nuestro recursos y buena parte de nuestras energías. Los amos del mundo solo condenan la violencia cuando la ejercen otros y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres y también insoportable para los terrestres que todavía queremos contra toda evidencia, sobrevivir.
Los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollando una tecnología de la destrucción que está aniquilando de paso al planeta y a todos sus habitantes, esa tecnología se alimenta del miedo, es el miedo quién fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial, y en tren de implantar la pena de muerte, que tal si condenamos a muerte al miedo?, no sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánico que nos condenan a la soledad y nos prohíben la solidaridad, sálvese quien pueda, aplastados los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, este te robará, aquel te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana, y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina. En el mundo al revés dan miedo hasta los mas elementales actos de justicia y sentido común; pero…no nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia? Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos, una de las consecuencias de esta crisis mundial feroz, es la caída la esta prospera industria del automóvil, si tuviéramos algún resto de sentido común y algo de sentido de la justicia. No tendríamos que celebrar esa buena noticia?, o acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia? .Desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y desde el punto de vista de los peatones que morirán un poquito menos.
Según Lewis Carroll (1) , la reina explicó a Alicia como funciona la justicia en el país de las maravillas, dijo la reina:
ahí lo tienes, está encerrado en la cárcel cumpliendo su condena, pero el juicio no empezará hasta el próximo Miércoles, y, por supuesto, el crimen será cometido al final.
En El Salvador, el arzobispo Garraf Borromero (2) comprobó que la justicia, como la serpiente, solo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados como en el cuento de la reina, por delito de nacimiento. El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, no es de alguna manera un homenaje? Un homenaje al arzobispo romero y a los miles que como el murieron luchando por una justicia, justa en el reino de la injusticia?
A veces terminan mal las historias de la historia, pero ella, la historia, no termina.;cuando dice adiós; dice hasta luego.
Transcripción de la reflexión leída el 05.05.09 en el programa “la mañana” de Victor Hugo Morales, radio Continental AM 590, Buenos Aires, Argentina.
Federico Garcia Lorca
SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR
Yo pronuncio tu nombre
En las noches oscuras
Cuando vienen los astros
A beber en la luna
Y duermen los ramajes
De las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
De pasión y de música.
Loco reloj que canta
Muertas horas antiguas.
Yo pronuncio tu nombre,
En esta noche oscura,
Y tu nombre me suena
Más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
Y más doliente que la mansa lluvia.
¿Te querré como entonces
Alguna vez? ¿Qué culpa
Tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
Deshojar a la luna!!
Granada, 10 de noviembre de 1919
Lord Byron / Manfred - Cain
Manfred
Ella era similar a mí en lineamientos; sus ojos,
su cabello, sus facciones, todo, hasta aun el mismo tono
de su voz, se decía que eran idénticos a los míos,
pero todo suavizado, y temperado hacia la belleza;
ella tenía los mismos pensamientos y vagabundeos solitarios,
la búsqueda de saberes ocultos, y una mente
para comprender el universo. Y no todo esto solo,
sino unidas a ello facultades mucho más finas que las mías:
piedad, y sonrisas, y lágrimas, que yo no tenía;
y ternura, que yo sólo para ella podía tener;
y humildad, que yo tener nunca podré.
Sus faltas eran mías; sus virtudes eran sólo suyas;
yo la amé... y la destruí
Ella era similar a mí en lineamientos; sus ojos,
su cabello, sus facciones, todo, hasta aun el mismo tono
de su voz, se decía que eran idénticos a los míos,
pero todo suavizado, y temperado hacia la belleza;
ella tenía los mismos pensamientos y vagabundeos solitarios,
la búsqueda de saberes ocultos, y una mente
para comprender el universo. Y no todo esto solo,
sino unidas a ello facultades mucho más finas que las mías:
piedad, y sonrisas, y lágrimas, que yo no tenía;
y ternura, que yo sólo para ella podía tener;
y humildad, que yo tener nunca podré.
Sus faltas eran mías; sus virtudes eran sólo suyas;
yo la amé... y la destruí
Lord Byron - Manfred ♦ Cain
Manfred
Te diré, hombre, que he vivido muchos años, muchos largos años, pero no son nada ahora comparados con aquellos que aún debo contar: edades, edades, espacio y eternidad... y conciencia, con una feroz sed de muerte que saciada nunca será.
Manfred - Acto II
Cazador de gamuzas
Sin embargo, sobre tu frente el sello de la mediana edad apenas ha arraigado: yo soy mucho mayor que tú.
Manfred
¿Piensas que la existencia depende del tiempo? Así parece; pero son las acciones nuestras épocas, y las mías han hecho mis días y mis noches interminables, eternas, y todas iguales, como las arenas de una playa, átomos innumerables, un desierto frío y desolado contra el cual rompen las más salvajes olas sin que nada quede, salvo cadáveres y ruinas, rocas, y las saladas algas de la amargura.
Cazador de gamuzas
¡Ay!, ¡está loco!; pero no debo dejarlo aún.
Manfred
Desearía poder estarlo, pues entonces aquello que veo sería tan sólo el febril delirio de un enfermo.
Cazador de gamuzas
¿Y qué es eso que ves, o que crees estar viendo?
Manfred
A mí mismo, y a ti, un labriego de los Alpes; tus humildes virtudes, tu hospitalario hogar y tu paciente espíritu, piadoso, orgulloso y libre; tu respeto por ti mismo, nacido de inocentes pensamientos; tus días de salud y tus noches de reposo; tus trabajos dignificados por el peligro, aunque libres de culpa; tus esperanzas de una grata vejez y de una sosegada tumba, con una cruz y flores sobre su verde hierba y el amor de tus nietos como epitafio; todo esto veo... y entonces miro a mi interior... Mas no importa: ¡mi alma ya estaba perdida desde antes!
Cazador de gamuzas
¿Es que querrías, entonces, cambiar tu existencia por la mía?
Manfred
No, amigo. No te haría tal mal, ni cambiaría mi destino con el de ser vivo alguno: puedo soportar (si bien miserablemente, sigue siendo soportar) en vida lo que otros ni aun podrían aguantar soñar, sino que perecerían en su sueño.
Te diré, hombre, que he vivido muchos años, muchos largos años, pero no son nada ahora comparados con aquellos que aún debo contar: edades, edades, espacio y eternidad... y conciencia, con una feroz sed de muerte que saciada nunca será.
Manfred - Acto II
Cazador de gamuzas
Sin embargo, sobre tu frente el sello de la mediana edad apenas ha arraigado: yo soy mucho mayor que tú.
Manfred
¿Piensas que la existencia depende del tiempo? Así parece; pero son las acciones nuestras épocas, y las mías han hecho mis días y mis noches interminables, eternas, y todas iguales, como las arenas de una playa, átomos innumerables, un desierto frío y desolado contra el cual rompen las más salvajes olas sin que nada quede, salvo cadáveres y ruinas, rocas, y las saladas algas de la amargura.
Cazador de gamuzas
¡Ay!, ¡está loco!; pero no debo dejarlo aún.
Manfred
Desearía poder estarlo, pues entonces aquello que veo sería tan sólo el febril delirio de un enfermo.
Cazador de gamuzas
¿Y qué es eso que ves, o que crees estar viendo?
Manfred
A mí mismo, y a ti, un labriego de los Alpes; tus humildes virtudes, tu hospitalario hogar y tu paciente espíritu, piadoso, orgulloso y libre; tu respeto por ti mismo, nacido de inocentes pensamientos; tus días de salud y tus noches de reposo; tus trabajos dignificados por el peligro, aunque libres de culpa; tus esperanzas de una grata vejez y de una sosegada tumba, con una cruz y flores sobre su verde hierba y el amor de tus nietos como epitafio; todo esto veo... y entonces miro a mi interior... Mas no importa: ¡mi alma ya estaba perdida desde antes!
Cazador de gamuzas
¿Es que querrías, entonces, cambiar tu existencia por la mía?
Manfred
No, amigo. No te haría tal mal, ni cambiaría mi destino con el de ser vivo alguno: puedo soportar (si bien miserablemente, sigue siendo soportar) en vida lo que otros ni aun podrían aguantar soñar, sino que perecerían en su sueño.
Fiódor Dostoyevski
«En cambio sé con certeza lo siguiente: una vez se me ha permitido que tenga consciencia de que "yo existo", ¿qué me importa que el mundo se haya construido con errores y que no pueda existir de otro modo? ¿Quién, después de esto, me va a juzgar y por qué?».
El idiota (1869).
El idiota (1869).
"Solo hay una cosa que temo: no ser digno de mis sufrimientos."
El Dios de Spinoza
Sabían que cuando Einstein daba alguna conferencia en las numerosas universidades de USA, la pregunta recurrente que le hacían los estudiantes era:
-¿Cree Ud. en Dios?
Y él siempre respondía:
-Creo en el Dios de Spinoza.
El que no había leído a Spinoza se quedaba en las mismas… Espero que esta joyita de la historia, les sirva tanto como a mí:
Baruch de Spinoza fue un filósofo Holandés considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés Descartes. Aquí algo de él.
Este es el Dios o naturaleza de Spinoza:
Dios hubiera dicho: ¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, oscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa! Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti. ¡Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo! El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer. Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito... ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo? Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso? Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que solo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía. Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas. Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó? ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?... Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar. Deja de alabarme, ¿qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme. Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones? No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.
Spinoza.
-¿Cree Ud. en Dios?
Y él siempre respondía:
-Creo en el Dios de Spinoza.
El que no había leído a Spinoza se quedaba en las mismas… Espero que esta joyita de la historia, les sirva tanto como a mí:
Baruch de Spinoza fue un filósofo Holandés considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés Descartes. Aquí algo de él.
Este es el Dios o naturaleza de Spinoza:
Dios hubiera dicho: ¡Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, oscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa! Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti. ¡Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo! El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer. Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito... ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo? Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso? Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que solo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía. Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas. Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno. No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir. Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó? ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?... Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar. Deja de alabarme, ¿qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme. Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones? No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.
Spinoza.
Francisco Paco Urondo
Mi confianza se apoya en el profundo desprecio
por este mundo desgraciado.
Le daré la vida para que nada siga como está.
La verdad es la única realidad
Del otro lado de la reja está la realidad,
de este lado de la reja también está la realidad;
la única irreal es la reja;
la libertad es real
aunque no se sabe bien si pertenece al mundo de los vivos,
al mundo de los muertos,
al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia,
al de la explotación o de la producción.
Los sueños, sueños son;
los recuerdos, aquel cuerpo, ese vaso de vino,
el amor y las flaquezas del amor, por supuesto,
forman parte de la realidad;
un disparo en la noche, en la frente de estos hermanos,
de estos hijos, aquellos gritos irreales
de dolor real de los torturados en el angelus eterno y siniestro
en una brigada de policía cualquiera son parte de la memoria,
no suponen necesariamente el presente,
pero pertenecen a la realidad.
La única aparente es la reja cuadriculando el cielo,
el canto perdido de un preso,
ladrón o combatiente,
la voz fusilada, resucitada al tercer día
en un vuelo inmenso cubriendo la Patagonia
porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad,
como la esperanza rescatada de la pólvora,
de la inocencia estival: son la realidad,
como el coraje y la convalecencia del miedo,
ese aire que se resiste a volver después del peligro
como los designios de todo un pueblo que marcha
hacia la victoria o hacia la muerte,
que tropieza, que aprende a defenderse, a rescatar lo suyo, su realidad.
Aunque parezca a veces una mentira,
la única mentira no es siquiera la traición,
es simplemente una reja que no pertenece a la realidad.
de este lado de la reja también está la realidad;
la única irreal es la reja;
la libertad es real
aunque no se sabe bien si pertenece al mundo de los vivos,
al mundo de los muertos,
al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia,
al de la explotación o de la producción.
Los sueños, sueños son;
los recuerdos, aquel cuerpo, ese vaso de vino,
el amor y las flaquezas del amor, por supuesto,
forman parte de la realidad;
un disparo en la noche, en la frente de estos hermanos,
de estos hijos, aquellos gritos irreales
de dolor real de los torturados en el angelus eterno y siniestro
en una brigada de policía cualquiera son parte de la memoria,
no suponen necesariamente el presente,
pero pertenecen a la realidad.
La única aparente es la reja cuadriculando el cielo,
el canto perdido de un preso,
ladrón o combatiente,
la voz fusilada, resucitada al tercer día
en un vuelo inmenso cubriendo la Patagonia
porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad,
como la esperanza rescatada de la pólvora,
de la inocencia estival: son la realidad,
como el coraje y la convalecencia del miedo,
ese aire que se resiste a volver después del peligro
como los designios de todo un pueblo que marcha
hacia la victoria o hacia la muerte,
que tropieza, que aprende a defenderse, a rescatar lo suyo, su realidad.
Aunque parezca a veces una mentira,
la única mentira no es siquiera la traición,
es simplemente una reja que no pertenece a la realidad.
(Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973).
Francisco Urondo
Urondo nació en Santa Fe, en 1930. Murió en junio de 1976 mientras era perseguido por una patrulla paramilitar en Mendoza. Escribió varios libros de poesía: "Historia antigua", "Breves", "Lugares", "Del otro lado", "Adolecer", "Larga distancia". Participó del movimiento Poesía Buenos Aires, del que fue excluido en una reedición a partir de su militancia política. Fue uno de los poetas más importantes de su generación. Fue periodista, funcionario de la Universidad de Buenos Aires y militante montonero. Este poema fue escrito cuando estaba detenido en la cárcel de Villa Devoto, donde realizó el reportaje a los sobrevivientes de Trelew.
22 de octubre, Día Nacional del derecho a la identidad
''Lo dijo en un poema Adela Antokolets, madre de Plaza de Mayo.
Dijo que la ronda significa eso, darle cuerda al cosmos para que no se detenga.
Y a mí se me ocurre que cada jueves, las Madres, le dan cuerda al universo para agitar los sueños que permanecían dormidos. Para que nadie se olvide de la lucha de toda una generación, la de sus hijos, que entregaron sus vidas por un país diferente. Libre y solidario.
Hablar hoy de aquellos sueños es darle cuerda al presente.
Por eso las Madres rondan, y rondan contra reloj.
Porque además… ¿quién dijo que un pañuelo blanco es despedida?''
Por Pablo Alvarez
Los militares son verdes porque no maduraron?
-¡Verde que te quiero verde!
(pero verde sin Walsh, sin Urondo, sin Conti).
Verde de no nacer, de no brotar,
de morir sin madurar. Sin laureles…
CARLOS JESÚS MAITA
Lope de Vega
Ir y quedarse, y con quedar partirse
Ir y quedarse, y con quedar partirse,
partir sin alma, y ir con alma ajena,
oír la dulce voz de una sirena
y no poder del árbol desasirse;
arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse;
hablar entre las mudas soledades,
pedir prestada sobre fe paciencia,
y lo que es temporal llamar eterno;
creer sospechas y negar verdades,
es lo que llaman en el mundo ausencia,
fuego en el alma, y en la vida infierno.
La tia Daniela
Olvidar era un asunto imposible.
Lo que había que hacer era encauzarle los recuerdos,
Lo que había que hacer era encauzarle los recuerdos,
Libro del Desasosiego
64
Estoy en un dia en q
ue me pesa, como un ingreso en la cárcel, la monotonía de todo. La
monotonía de todo no es, sin embargo, sino la monotonía de mí. Cada rostro, aunque sea el
de quien vimos ayer, es otro hoy, puesto que hoy no es ayer. Cada día es el día que es, y
nunca ha
habido otro igual en el mundo. Sólo en nuestra alma se encuentra la identidad
-
la
identidad sentida, aunque falsa, consigo misma
-
mediante la cual todo se asemeja y se
simplifica. El mundo es cosas destacadas y aristas diferentes; pero, si somos miopes, es
una
niebla insuficiente y continua
Libro del Desasosiego
63
Tengo grandes estancamientos.
No es que, como todo el mundo, tarde días y días en
contestar con una postal la carta urgente que me
han escrito. No es que, como nadie, retrase
indefinidamente lo fácil que me resulta útil, o lo útil que me resulta agradable.
Hay más sutileza en mi falta de entendimiento conmigo mismo.
Me estanco en el alma misma. Se
produce en mí una suspensión de la voluntad, de la emoción, del pensamiento, y esta
suspensión dura magnos días; sólo la vida vegetativa del alma
-
la palabra, el gesto, el
hábito
-
me expresan yo para los demás, y, a través de ellos, para mí.
Durante estos períodos de sombra, soy incapaz de pensar, de sentir, de querer.
No sé
escribir más que guarismos, o rayas.
No siento, y la muerte de quien amase me haría la
impresión de haber sucedido en una lengua extranjera. No puedo; es como si durmiese y
mis gestos, mis palabras, mis actos acertados, no
fuesen más que una respiración periférica,
instinto rítmico de un organismo cualquiera.
Así pasan días y días; no sé decir cuánto de mi vida, si hiciera la suma, no se habría
pasado así.
A veces me sucede que, cuando me desnudo de esta paralización, tal vez no me
encuentre en la desnudez que supongo, y haya todavía prendas impalpables cubriendo la eterna ausencia de mi alma verdadera; se me ocurre que pensar, sentir, querer también
pueden ser estancamientos, ante un más íntimo pensar, un sentir más mío, una voluntad
perdida en algún lugar del laberinto de lo que realmente soy.
Sea como sea, dejo que sea. Y al dios o a los dioses que haya, abandono lo que soy,
conforme la suerte manda y el acaso hace, fiel a un compromiso olvidado.
Libro del Desasosiego
47
Un hombre puede, si posee verdadera sabiduría, disfrutar del espectáculo completo del
mundo en una silla, sin saber leer, sin hablar con nadie, sólo medi
ante el uso de los sentidos
y el alma no saber estar triste.
Monotonizar la existencia, para que no sea monótona.
Tornar anodino lo cotidiano, para que la más pequeña cosa sea una distracción.
Tornar anodino lo cotidiano, para que la más pequeña cosa sea una distracción.
Soy Paz soy pan soy mas
Vamos, decíme, contáme
todo lo que a vos te está pasando ahora
porque sino cuando está tu alma sola, llora.
Hay que sacarlo todo afuera,
como la primavera,
nadie quiere que adentro algo se muera.
Hablar mirándose a los ojos,
sacar lo que se puede afuera
para que adentro nazcan cosas nuevas.
Adios, Alfonsina Storni
Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!
Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!
¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad! ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van! ¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán! ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...
¡Los días que fueron, los días perdidos, los días inertes ya no volverán! ¡Qué tristes las horas que se desgranaron bajo el aletazo de la soledad! ¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas, las sombras creadas por nuestra maldad! ¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas, las cosas celestes que así se nos van! ¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!... -de llagas infectas- ¡cúbrete de mal!... ¡Que todo el que llegue se muera al tocarte, corazón maldito que inquietas mi afán! ¡Adiós para siempre mis dulzuras todas! ¡Adiós mi alegría llena de bondad! ¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas, las cosas celestes que no vuelven más! ...
ASCO DADAISTA - RNI
ASCO DADAÍSTA
Toda forma de asco suceptible de convertirse en negación de la familia es Dada; la protesta a puñetazos de todo el ser entregado a una acción destructiva es Dada; el conocimiento de todos los medios hasta hoy rechazados por el pudor sexual, por el compromiso demasiado cómodo y por la cortesía es Dada; la abolición de la lógica, la danza de los impotentes de la creación es Dada; la abolición de toda jerarquía y de toda ecuación social de valores establecida entre los siervos que se hallan entre nosotros, los siervos, es Dada; todo objeto, todos los objetos, los sentimientos y las oscuridades, las apariciones y el choque preciso de las líneas paralelas son medios de lucha Dada. Abolición de la memoria: Dada; abolición del futuro: Dada; confianza indiscutible en todo dios producto inmediato de la espontaneidad: Dada; salto elegante y sin prejuicios de una armonía a otra esfera; trayectoria de una palabra lanzada como un disco, grito sonoro; respeto de todas las individualidades en la momentánea locura de cada uno de sus sentimientos, serios o temerosos, tímidos o ardientes, vigorosos, decididos, entusiastas; despojar la propia iglesia de todo accesorio inútil y pesado; escupir como una cascada luminosa el pensamiento descortés o amoroso, o bien, complaciéndose en ello, mimarlo con la misma identidad, lo que es lo mismo, en un matorral puro de insectos para una noble sangre, dorado por los cuerpos de los arcángeles y por su alma. Libertad: DADA, DADA, DADA, aullido de colores encrespados, encuentro de todos los contrarios y de todas las contradicciones, de todo motivo grotesco, de toda incoherencia: LA VIDA.
El sueño de un hombre ridiculo, Fiodor Dostoievski
''Puede que fuera por aquello de que en mi alma crecía una terrible melancolía debido a un hecho, que era infinitamente superior a mí;
para ser más exactos, se había apoderado de mí la única convicción de que
en el mundo todo daba igual.''
El diluvio y la pasajera
Si ya no la esperan a cenar en casa, debe ser porque se marcha y nunca regresa por la noche. Sin embargo por las mañanas amanece en su cama; la más leve brisa que recorre el patio, debe ser quién la desnuda, cuando corre loca a dividirse con su boca tocando el suelo... el suelo de azahar.
El breve espacio en que no estas
Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera solo un día para amar.
No comparte una reunion, mas le gusta la canción que comprometa su pensar;
todavia no pregunte ¿te quedaras?
temo mucho a la respuesta de un jamas.
La prefiero compartida antes que vaciar mi vida,
no es perfecta, mas se acerca a lo que yo simplemente soñe...
Encender una hoguera, Jack London
Pero nada de esto -ni el misterioso camino, fino como un cabello, que se perdía en la lejanía, ni la falta del sol en el cielo, ni el frío intensísimo, ni aquel mundo extraño y espectral – causaba la menor impresión a nuestro caminante, no porque estuviese acostumbrado a ello, ya que era un chechaquo recién llegado al país, y aquél era el primer invierno que pasaba en él, sino porque era un hombre sin imaginación. Despierto y de comprensión rápida para las cosas de la vida, sólo le interesaban estas cosas, no su significado. Cincuenta grados bajo cero correspondían a más de ochenta grados bajo el punto de congelación. Esto le impresionaba por el frío y la incomodidad que llevaba consigo, pero la cosa no pasaba de ahí.
Tan espantosa temperatura no le llevaba a reflexionar sobre su fragilidad como animal de sangre caliente, ni a extenderse en consideraciones acerca de la debilidad humana, diciéndose que el hombre sólo puede vivir dentro de estrechos limites de frío y calor; ni tampoco a filosofar sobre la inmortalidad del hombre y el lugar que ocupa en el universo. Para él, cincuenta grados bajo cero representaba un frío endemoniado contra el que había que luchar mediante el uso de manoplas, pasamontañas, mocasines forrados y gruesos calcetines. Para él, cincuenta grados bajo cero eran simplemente… eso: cincuenta grados bajo cero. Que pudiera haber algo más en este hecho era cosa que nunca le había pasado, ni remotamente, por la imaginación.
Tan espantosa temperatura no le llevaba a reflexionar sobre su fragilidad como animal de sangre caliente, ni a extenderse en consideraciones acerca de la debilidad humana, diciéndose que el hombre sólo puede vivir dentro de estrechos limites de frío y calor; ni tampoco a filosofar sobre la inmortalidad del hombre y el lugar que ocupa en el universo. Para él, cincuenta grados bajo cero representaba un frío endemoniado contra el que había que luchar mediante el uso de manoplas, pasamontañas, mocasines forrados y gruesos calcetines. Para él, cincuenta grados bajo cero eran simplemente… eso: cincuenta grados bajo cero. Que pudiera haber algo más en este hecho era cosa que nunca le había pasado, ni remotamente, por la imaginación.
La escritura de Dios, Jorge Luis Borges
{...} Que muera conmigo el misterio que está escrito en los tigres. Quien ha entrevisto el universo, quien ha entrevisto los ardientes designios del universo, no puede pensar en un hombre, en sus triviales dichas o desventuras, aunque ese hombre sea él. Ese hombre ha sido él, y ahora no le importa. Qué le importa la suerte de aquel otro, qué le importa la nación de aquel otro, si él, ahora, es nadie. Por eso no pronuncio la fórmula, por eso dejo que me olviden los días, acostado en la oscuridad.
Libro del Desasosiego
52
Cada cual tiene su alcohol. Tengo alcohol suficiente con existir. Borracho de sentirme, vagabundeo y voy seguro. Si es hora, me recojo en la oficina como cualquier otro. Si no es hora, voy hasta el río a mirar el río, como cualquier otro. Y, por detrás de esto, cielo mío, me constelo a escondidas y tengo mi infinito.
Cada cual tiene su alcohol. Tengo alcohol suficiente con existir. Borracho de sentirme, vagabundeo y voy seguro. Si es hora, me recojo en la oficina como cualquier otro. Si no es hora, voy hasta el río a mirar el río, como cualquier otro. Y, por detrás de esto, cielo mío, me constelo a escondidas y tengo mi infinito.
El verano, Albert Camus
En medio del invierno descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible.
Y eso me hace feliz.
Porque esto dice que no importa lo duro que el mundo empuja contra mí;
en mi interior hay algo más fuerte, algo mejor, empujando de vuelta.
Esa Cosa
El color que te viene
cuando verguenza tienes
es como el de las rosas
que tiemblan solas
en el jardín
que tiemblan solas
en el jardín
con gestos de celosa
si unos ojos
Dudar, ¿por qué no?
Jesús pedreira calamita, licenciado en derecho, sociología e historia 16.05.2012
Suelo desconfiar de las personas que lo tienen todo claro. Que no tienen nunca ninguna duda. Que creen que siempre tienen la razón en todo. Es más, son peligrosos los que nunca duda. Se ha instaurado en la sociedad española, además, el que una simple información se tenga por cierta, por superflua que sea. Sin contrastar datos. Sólo por mera sospecha. Por el contrario, creo que es bueno dudar. Pero no dudar porque sí. Sino dudar hasta que tengamos información contrastada, segundas y terceras referencias. Datos más objetivos. Cifras concretas. Hechos del todo contrastados. Hay, además, que ponerse en el lugar del otro. No sólo para rechazar su opinión, que primitivamente creemos que es errónea, sino para conocer su punto de vista. Su reflexión, su intuición, sus razonamientos. Dudar, para acertar. Dudar, para no dar como un relámpago nuestra opinión. Dudar, para mejorar la convivencia. Dudar, para apreciar al otro. Dudar, para, en definitiva, mejorar entre todos. Suele ser habitual en el pensamiento totalitario la opinión unánime. La no duda. Dar por cierto un razonamiento porque sí. Sin embargo, en democracia debe ocurrir lo contrario. Siempre he pensado en lo difícil que debe ser la profesión de Juez. Ante una avalancha de documentación, testigos de ambas partes, opiniones indubitables del Fiscal y del Abogado defensor, la posición del Juez es admirable. Tener que discernir, en conciencia, y con todos los argumentos sobre la mesa, para ser un gran Juez, además de ser un lúcido jurista, ha de ser una persona cabal y razonable. Los que no son cabales ni razonables son los que a las primeras de cambio, lanzan su diatriba, sin posibilidad de error ninguno –creen ellos–, y vociferando y criticando a diestra y siniestra al que opine lo contrario. Sin embargo, es mucho más respetable la postura del que, de entrada, calla. Pero no otorga. Duda, pero, piensa. Opina, cuando ha estudiado pormenorizadamente todas y cada una de las posturas. Decide, cuando, ha puesto en la balanza, lo positivo y lo negativo, de una decisión. Desconfío de los advenedizos. De los que siempre lo saben todo. De los opinan de todos los temas. De los que gritan, porque no tienen la razón. Admiro a los que contrastan opiniones, piensan que la suya no siempre tiene que ser la verdadera. Dudar, ¿porqué no? No es una cuestión de debilidad, ni un pensamiento titubeante. Debilidad es no tener fuerza para afrontar la posición del otro. Lo bueno es plantear nuevas posibilidades, nuevas situaciones. No se trata simplemente de negar la posición del otro. Se trata de dar nuestra opinión, no con nuevos eslóganes ante los que sólo cabe la euforia o la resignación, sino con juicios razonables que den a nuestra postura la máxima respetabilidad. Dudar, sí, es bueno.
Suelo desconfiar de las personas que lo tienen todo claro. Que no tienen nunca ninguna duda. Que creen que siempre tienen la razón en todo. Es más, son peligrosos los que nunca duda. Se ha instaurado en la sociedad española, además, el que una simple información se tenga por cierta, por superflua que sea. Sin contrastar datos. Sólo por mera sospecha. Por el contrario, creo que es bueno dudar. Pero no dudar porque sí. Sino dudar hasta que tengamos información contrastada, segundas y terceras referencias. Datos más objetivos. Cifras concretas. Hechos del todo contrastados. Hay, además, que ponerse en el lugar del otro. No sólo para rechazar su opinión, que primitivamente creemos que es errónea, sino para conocer su punto de vista. Su reflexión, su intuición, sus razonamientos. Dudar, para acertar. Dudar, para no dar como un relámpago nuestra opinión. Dudar, para mejorar la convivencia. Dudar, para apreciar al otro. Dudar, para, en definitiva, mejorar entre todos. Suele ser habitual en el pensamiento totalitario la opinión unánime. La no duda. Dar por cierto un razonamiento porque sí. Sin embargo, en democracia debe ocurrir lo contrario. Siempre he pensado en lo difícil que debe ser la profesión de Juez. Ante una avalancha de documentación, testigos de ambas partes, opiniones indubitables del Fiscal y del Abogado defensor, la posición del Juez es admirable. Tener que discernir, en conciencia, y con todos los argumentos sobre la mesa, para ser un gran Juez, además de ser un lúcido jurista, ha de ser una persona cabal y razonable. Los que no son cabales ni razonables son los que a las primeras de cambio, lanzan su diatriba, sin posibilidad de error ninguno –creen ellos–, y vociferando y criticando a diestra y siniestra al que opine lo contrario. Sin embargo, es mucho más respetable la postura del que, de entrada, calla. Pero no otorga. Duda, pero, piensa. Opina, cuando ha estudiado pormenorizadamente todas y cada una de las posturas. Decide, cuando, ha puesto en la balanza, lo positivo y lo negativo, de una decisión. Desconfío de los advenedizos. De los que siempre lo saben todo. De los opinan de todos los temas. De los que gritan, porque no tienen la razón. Admiro a los que contrastan opiniones, piensan que la suya no siempre tiene que ser la verdadera. Dudar, ¿porqué no? No es una cuestión de debilidad, ni un pensamiento titubeante. Debilidad es no tener fuerza para afrontar la posición del otro. Lo bueno es plantear nuevas posibilidades, nuevas situaciones. No se trata simplemente de negar la posición del otro. Se trata de dar nuestra opinión, no con nuevos eslóganes ante los que sólo cabe la euforia o la resignación, sino con juicios razonables que den a nuestra postura la máxima respetabilidad. Dudar, sí, es bueno.
Antes esta el derecho a dudar
``Las dudas no convienen a creyentes, convencidos y conformistas.
Menos todavía a acomodaticios y oportunistas que se han pasado de bando y se han dejado empujar e intimidar.
Nadie más intransigente que un converso. En tiempos de hegemonías oceánicas y unanimismos, las preguntas ofenden.
Veamos lo que nos dicen las certezas.
La hoja de ruta está ya trazada.
No hay marcha atrás.
Sí o sí, o incluso sí y sí.
Hay líneas rojas que no podemos pisar.
Tenemos un calendario y una fórmula irrenunciables.
Hay plazos perentorios.
Tenemos prisa.
No reconocemos ninguna vía tercera o intermedia entre la nada que identificamos con lo que tenemos y el todo que queremos y creemos obtener de inmediato.
{...} Quien dude de la fecha, las preguntas y el objetivo histórico, merecerá quedar descalificado{...}
Y sin embargo, la duda no excluye el problema.
Al contrario, le da profundidad y amplitud.
Si partimos de la duda, podemos al final incluirnos a todos.
Si partimos de la certeza dictada por alguien que ha decidido ya el camino y el destino, entonces es seguro que nos dividiremos y fracasaremos.
Todos por igual, por cierto.``
Menos todavía a acomodaticios y oportunistas que se han pasado de bando y se han dejado empujar e intimidar.
Nadie más intransigente que un converso. En tiempos de hegemonías oceánicas y unanimismos, las preguntas ofenden.
Veamos lo que nos dicen las certezas.
La hoja de ruta está ya trazada.
No hay marcha atrás.
Sí o sí, o incluso sí y sí.
Hay líneas rojas que no podemos pisar.
Tenemos un calendario y una fórmula irrenunciables.
Hay plazos perentorios.
Tenemos prisa.
No reconocemos ninguna vía tercera o intermedia entre la nada que identificamos con lo que tenemos y el todo que queremos y creemos obtener de inmediato.
{...} Quien dude de la fecha, las preguntas y el objetivo histórico, merecerá quedar descalificado{...}
Y sin embargo, la duda no excluye el problema.
Al contrario, le da profundidad y amplitud.
Si partimos de la duda, podemos al final incluirnos a todos.
Si partimos de la certeza dictada por alguien que ha decidido ya el camino y el destino, entonces es seguro que nos dividiremos y fracasaremos.
Todos por igual, por cierto.``
Sobre la desobediencia
La aplicación más importante del concepto de carácter social consiste en distinguir el carácter social futuro de una sociedad socialista, tal como la imaginó Marx, del carácter social del capitalismo del siglo XIX, con su deseo primordial de poseer propiedad y riqueza, y del carácter social del siglo XX (capitalista o comunista), que se impone cada vez más en las sociedades muy industrializadas: el carácter del
homo consumens.
El
homo consumens
es el hombre cuyo objetivo fundamental no es principalmente
poseer
cosas,sino
consumir
cada vez más, compensando así su vacuidad, pasividad, soledad y ansiedad interiores.En una sociedad caracterizada por empresas gigantescas, y por desmesuradas burocracias industria-les, gubernamentales y sindicales, el individuo, que no tiene control sobre las circunstancias de su trabajo, se siente impotente, solo, aburrido y angustiado. Al mismo tiempo, la necesidad de lucro delas grandes industrias de consumo recurre a la publicidad y lo transforma en un hombre voraz, un lactante a perpetuidad que desea consumir más y más, y para el que todo se convierte en artículos de consumo: los cigarrillos, las bebidas, el sexo, el cine, la televisión, los viajes, e incluso la educación,los libros y las conferencias. Se crean nuevas necesidades artificiales y se manipulan los gustos del hombre. (El carácter del
homo consumens
en sus formas más extremas constituye un conocidísimo fenómeno psicopatológico. Se encuentra en muchos casos de personas deprimidas o angustiadas que se refugian en la sobrealimentación, las compras exageradas o el alcoholismo para compensar la de- presión y la angustia ocultas.) La avidez de consumir (una forma extrema de lo que Freud llamó el“carácter oral-receptivo’”) se está convirtiendo en la fuerza psíquica predominante de la sociedad industrial contemporánea. El
homo consumens
se sumerge en la ilusión de felicidad, en tanto que sufre inconscientemente los efectos de su hastío y su pasividad. Cuanto mayor es su poder sobre las má-quinas, mayor es su impotencia como ser humano; cuanto más consume más se esclaviza a las cre-cientes necesidades que el sistema industrial crea y maneja. Confunde emoción y excitación con ale-gría y felicidad, y comodidad material con vitalidad; el apetito satisfecho se convierte en el sentido de la vida, la búsqueda de esa satisfacción, en una nueva religión. La libertad para consumir se transforma en la esencia de la libertad humana
Obsesion de vivir
¿Qué satisfacción hallaremos los que hemos de llegar alas puertas de la muerte sin riquezas, ni honores, ni gloria?
¿A quien convenceremos de haber vivido en la verdad los que sólo recibimos el ataque o la burla de nuestro tiempo?
¿Nos defenderá toda esa gente para la que únicamente somos seres estrafalarios?
¿Habrá algún Dios capaz de entender la santidad que encierran nuestras ironías y blasfemias?
¿Cuál será esa divinidad tan sensata que comprenda nuestro diferente modo de existir?
Superación personal
Tanta gente tangente se pone contra mí
y no perdona nada,
habla porque sí... sigo tratando de no perder el control;
el que siente pierde, pierde el corazón
Un rescate no va a hacer que me mate
poneme un “rescatate” que estoy loco de remate
juntarme con la gente equivocada hizo al final
del círculo el problema de mi debilidad
pinta el paniquete lo puedo pilotear ...
ya sé que en la auto ayuda no hay superación personal
Aunque no este de moda
Te quiero salvar de tu desnudez
en pleno centro de la soledad.
Me quiero salvar haciendo revolución
desde tu cuerpo por variar.
Hoy de tí hacia mí, hoy de mí hacia tí, vamos a hablar en voz muy baja... dime lo que te pasa, déjame levantarte, déjame darte un beso y curarte... vivamos de corrido, sin hacer poesía, aunque no esté de moda en estos días. Aunque no esté de moda te pido una mano, mis entrañas no entienden de estética y cambios. Aunque no esté de moda repite conmigo: quiero amor, quiero amor, quiero amor compartido.
Obsesion de vivir
Si hoy nuestro corazón sólo contiene incertidumbre y miedo es debido a que nos negamos a aceptar una fe que nos obligara a cerrar los ojos y el precio por esa negativa fue nuestro fracaso.
Un fracaso total porque entonces no sabíamos que no se puede rechazar una parte sin renunciar a todo el juego.
Obsesion de vivir
¿Qué milagro nos librará de este dolor de ser distintos a los otros sabiendo que no somos más sinceros ni más buenos que solamente somos distintos?
Obsesion de viv
Nos une un largo silencio cargado de palabras que pesan demasiado para decirlas así porque sí, sin garantías de que no estallen en los labios al pronunciarlas.
Obsesion de vivir
¿Habrá algún sitio para los solitarios, para los que no compusimos sinfonías, para los que no supimos hacer estallar en colores nuestra tristeza?
Para los que no hicimos concesiones, para los empecinados, para los que pretendimos el todo, la libertad absoluta y nos quedamos con el ardor de la nada. Habrá piedad para los que jugamos a cara o ceca y perdimos?
¿A dónde iremos los que olvidamos sonreír en el momento necesario; los que no supimos retroceder cuando retroceder significaba avanzar?
¿Dónde acabaremos los que nuca fuimos inocentes?
¿Quién se apiadara de los desesperanzados cuando todo haya concluido
y hoy mismo
y esta misma tarde
y en este tedioso instante
quien golpeara la puerta
para traer algo que no sea indiferencia,
desprecio por nosotros,
asco de nuestras caras
o la boleta del gas?
¿En que infierno acabaremos los equivocados, los que no fuimos genios,los que no fuimos dioses, los que sobrevivimos de prestado? que conocimos la luz y nos detuvimos a jugar con las sombras? ¿Qué será de los vencidos ilesos? ¿Qué será de los fracasados, de los que no recibimos una bofetada a tiempo o la tuvimos pero nadie se acerco a consolarnos?
¿Habrá un sol, una playa, un mar, un cielo nuevos para los desertores del rebaño que nos estrellamos las narices contra las piedras pero no nos atrevimos a regresar? ¿Qué será de los que lloramos a escondidas? ¿Habrá algún premio para los que quisimos volar más alto y no triunfamos?
(pero nos defendimos a gritos cuando dijeron que era soberbia).
¿Viviremos mucho tiempo más intercambiando caretas con nuestros fantasmas?
¿Habrá piedad para los que escuchamos a todos y no entendimos a nadie; para los que la soledad no nos dio un jaque de muerte ni el amor nos dio un golpe de vida?
Para los que no hicimos concesiones, para los empecinados, para los que pretendimos el todo, la libertad absoluta y nos quedamos con el ardor de la nada. Habrá piedad para los que jugamos a cara o ceca y perdimos?
¿A dónde iremos los que olvidamos sonreír en el momento necesario; los que no supimos retroceder cuando retroceder significaba avanzar?
¿Dónde acabaremos los que nuca fuimos inocentes?
¿Quién se apiadara de los desesperanzados cuando todo haya concluido
y hoy mismo
y esta misma tarde
y en este tedioso instante
quien golpeara la puerta
para traer algo que no sea indiferencia,
desprecio por nosotros,
asco de nuestras caras
o la boleta del gas?
¿En que infierno acabaremos los equivocados, los que no fuimos genios,los que no fuimos dioses, los que sobrevivimos de prestado? que conocimos la luz y nos detuvimos a jugar con las sombras? ¿Qué será de los vencidos ilesos? ¿Qué será de los fracasados, de los que no recibimos una bofetada a tiempo o la tuvimos pero nadie se acerco a consolarnos?
¿Habrá un sol, una playa, un mar, un cielo nuevos para los desertores del rebaño que nos estrellamos las narices contra las piedras pero no nos atrevimos a regresar? ¿Qué será de los que lloramos a escondidas? ¿Habrá algún premio para los que quisimos volar más alto y no triunfamos?
(pero nos defendimos a gritos cuando dijeron que era soberbia).
¿Viviremos mucho tiempo más intercambiando caretas con nuestros fantasmas?
¿Habrá piedad para los que escuchamos a todos y no entendimos a nadie; para los que la soledad no nos dio un jaque de muerte ni el amor nos dio un golpe de vida?
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