El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Así habló Zaratustra

Signos de sangre escribieron en el camino que ellos recorrieron, 
y su tontería enseñaba que con sangre se demuestra la verdad. 
Mas la sangre es el peor testigo de la verdad; 
la sangre envenena incluso la doctrina más pura, 
convirtiéndola en ilusión y odio de los corazones.
Y si alguien atraviesa una hoguera por defender su doctrina, 
- ¡qué demuestra eso! 
¡Mayor cosa es, en verdad, que del propio incendio salga la propia doctrina!  *

Así habló Zaratustra

'' Desde que hay hombres el hombre se ha alegrado demasiado poco: ¡tan sólo esto, hermanos míos, es nuestro pecado original! Y aprendiendo a alegrarnos mejor es como mejor nos olvidamos de hacer daño a otros y de imaginar daños. ''