El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

El hijo de la Ines

Sube conmigo a la acera, verás la tiritera que da de ver el color 
que dan a la tierra los hijos de perra que pintan de oscuro
 todo corazón que se atreva a latir
 y quieren derribar el tronco de ruiseñores roncos
 donde vivimos tú y yo, que no tiene dueño, ni dioses, ni reyes,
 que suenen los muelles de mi corazón