El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Caballero andante (no me dejeis asi)

Salgo de cero,
 lo primero el frío y el calor,
luego me dejo llevar;

Salgo de cero a ver si entiendo la vida mejor,
luego me estudio cada sensación,

Salgo de cero, lo primero aprender a volar;
luego me dejo caer; salgo de cero y voy dejando todo tan atrás,
que hoy no me vale la ropa de ayer.

Cuando no hay nada que hacer, yo puedo ser, 
con rocín flaco y galgo corredor, cuando no hay nada que hacer,

Te juzgaran solo por tus errores (yo no)

“Canto absoluto a la libertad”

Marcos Ana 

De: “Poemas de la prisión y la vida” 

Su herida golpead de vez en cuando; no dejadla jamás que cicatrice. 
Que arroje sangre fresca su dolor y eterno viva en su raíz el llanto.

Si se arranca a volar, gritadle a voces su culpa: ¡que recuerde! 
Arrojadle pellas de barro oscuro al rostro. 

Si en su palabra crecen las flores nuevamente,
pisad su savia roja hasta que nazcan lívidas, como manos de muerto. 

Talad, talad: que no descuelle su corazón de música oprimida.
Porque esa es vuestra ley, tan extraña a la mía: 
si un río se alza para hablar con la luna, ponedle un dique oscuro. 

Si una estrella olvidando su distancia se mece en los agraces labios de un muchacho, 
denunciadla a los astros. 
Cuando un corzo se beba la libertad y el bosque, 
atadlo como a un perro. 

Si hay algún pez que aprendiera a vivir sin el agua, negadle orilla y tierra. 

Si el alba se deslumbra de claridad alada, 
clavad las hojas verdes de la noche en sus noches. 

Si hay un hombre que tiene su corazón de viento, 
llenádselo de piedras y hundidle la rodilla sobre su pecho.

La hoguera

Siempre perdidos buscamos al fin, voy por caminos que están por abrir, cada mañana comienzo a vivir. Ponte a mi lado, no llores por mí, yo piso fuerte, y en parte es por ti, cada mañana comienzo a vivir.

Y tú que estás en casa metido en la nevera, escondes la cabeza, la muerte ronda fuera, ya estás, ya estás... y tú que te preocupas por culpa del futuro, cuando ya no te quede será cuando te enteres que ya estás, ya estás... más que enterrado en vida



...Tú en tu casa, nosotros en la hoguera ...

Jesucristo garcia

Y perdí... la cuenta de las veces que te amé. Desquicié tu vida por ponerla junto a mí.

Vomité mi alma en cada verso que te dí ¿qué te di? olvidé...
me quedan tantas cosas que decir ¿qué decir? no se lo contéis a nadie.

Por conocer a cuantos se margina,  un día me vi metido en la heroína,
aún hubo más,

menuda pesadilla,  crucificado a base de pastillas.

¿cuánto más necesito para ser dios?
¿cuánto más necesito convencer?

Arrebato

Fue por ti,
por tu luz
el día que te conocí.
Se me abrió
el corazón,
sólo vivo para ti.



Desde entonces, ¡cómo brilla el sol! fue un plis-plas, ¿qué pasó? no me dijiste ni adiós. ¿dónde está tu calor, tu mirada y tu pasión? desde entonces, ¡ya no sale el sol! [...] desde entonces, ¡ya no quiero sol!

Adiós abanico, que llego el aire.

Despistado, descosido,
estoy cansado, no he dormido,

y cada día me gusta un poco más. 

 A tu lado he aprendido, Y ¿qué ha pasado? 
—que me he perdido—   y cada día me gusta un poco más. 





Voy caminando y pienso en no pisar ni una 
amapola ;
 ella, entretanto, duerme casi casi siempre sola.

Romperás

tu cintura, ¡qué hermosura!
todo el día me paso en ella.

 tu cabeza, ¡qué tristeza!
cómo quieres que sepa dónde está, 

¿dónde esta?

Me abrirás, con tu luz, duermo todas las noches dentro de un baúl.
Y te irás, y esta vez romperé mis poemas quizás pensaré.



tu mirada, ¡qué chorrada!

¿cómo quieres que cuente estrellas? si hace tiempo me lo invento, 
soy el amo del firmamento, metido en mi disfraz de hombre normal.

Emparedado

Sé que protesto, no me hagas caso; 
 Yo, a mi manera, nunca fracaso.
 Soy yo el guionista de mi única novela 
 y siempre gano, ¡y me caso con la buena! 

 Me quiero perder. Ahora soñaré... 
 no estoy durmiendo, ¡no estoy durmiendo! 

 Por fin lo encontré, este es mi papel y no hay nada escrito. ¡No hay nada escrito!.