El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.



[...] y a lo mejor, si la sonrisa viene de muy, de muy adentro, usted puede llorar sencillamente, sin desgarrarse, sin desesperarse, sin convocar la muerte ni sentirse vacía. Llorar, sólo llorar. Entonces su sonrisa, si todavia existe, se vuelve un Arco Iris.