El amor es, supremo, omnipotente, omnipresente y omnisciente; creador, juez, protector y, en algunos casos, salvador del universo y la humanidad. El amor no está limitado absolutamente por nada, y, por lo tanto, sería infinito. Infinito en relación al espacio (inmensidad del amor) o al tiempo (eternidad del amor). Con relación al espacio el amor sería infinito porque está presente en todo lugar e incluso fuera de él; tal atributo estaría relacionado con la omnipresencia. En cuanto al tiempo sería infinito por ser eterno.

Era una ciudad de plástico
de esas que no quiero ver
de edificios cancerosos
y un corazón de oropel
donde, en vez de un sol,
amanece un dólar
donde nadie ríe
donde nadie llora
con gentes de rostros de polyester
que escuchan sin oir
y miran sin ver:
gente que vendió por comodidad
su razón de ser y su libertad.